El primer estudio de diseño que integra creativos con síndrome de Down y autismo“La diversidad es la nueva normalidad. Ojalá llegue el día en el que todas las empresas contraten a las personas exclusivamente por sus habilidades en el trabajo”. Este es el deseo de José María Batalla, un creativo que ya aportó su granito de arena a esta idea en 2013 al fundar La Casa de Carlota, el primer estudio de diseño del mundo en el que interactúan tres talentos diferentes: diseñadores profesionales, estudiantes de diferentes y creativos que han nacido con síndrome de Down y autismo. Poco tiempo después, se unía a la agencia Sergi Capell.Con un equipo creativo insólito, La Casa de Carlota consigue resultados excepcionales en cada uno de sus trabajos. Algunos ejemplos de ellos son las cajas rojas de Nestlé, las banderolas del Ayuntamiento de Barcelona, pósters para Gallina Blanca o los carteles de la campaña “Mulla’t” por la esclerosis múltiple. La receta del éxito: “trabajar conjuntamente con cerebros y maneras de pensar muy diferentes. Conocer otros puntos de vista siempre es algo positivo. La chispa creativa que puede surgir de una persona que no tiene limitaciones ni prejuicios es única, y el resultado es espectacular”, revela Batalla a La Vanguardia.
“La diversidad es la nueva normalidad. Ojalá llegue el día en el que todas las empresas contraten a las personas exclusivamente por sus habilidades en el trabajo”. Este es el deseo de José María Batalla, un creativo que ya aportó su granito de arena a esta idea en 2013 al fundar La Casa de Carlota, el primer estudio de diseño del mundo en el que interactúan tres talentos diferentes: diseñadores profesionales, estudiantes de diferentes y creativos que han nacido con síndrome de Down y autismo. Poco tiempo después, se unía a la agencia Sergi Capell.Con un equipo creativo insólito, La Casa de Carlota consigue resultados excepcionales en cada uno de sus trabajos. Algunos ejemplos de ellos son las cajas rojas de Nestlé, las banderolas del Ayuntamiento de Barcelona, pósters para Gallina Blanca o los carteles de la campaña “Mulla’t” por la esclerosis múltiple. La receta del éxito: “trabajar conjuntamente con cerebros y maneras de pensar muy diferentes. Conocer otros puntos de vista siempre es algo positivo. La chispa creativa que puede surgir de una persona que no tiene limitaciones ni prejuicios es única, y el resultado es espectacular”, revela Batalla a La Vanguardia.