Los pececillos de Ana, la pintora granadina que 'venció' al Asperger Ana va camino de los 27, pero aún conserva la mirada limpia de aquella niña de cinco años que se refugiaba en el garaje de su casa, «más amplio y luminoso que mi habitación», bromea, para pintar pececillos de colores, como los que veía en las playas de Motril, su ciudad. «Siempre me han atraído los peces por su colorido, por la forma de las aletas y por cómo se mueven», comenta con el pincel entre las manos mientras remata, quién sabe, una de las obras de la que podría ser su quinta exposición –la última la realizó el verano pasado–.Y es que Ana, que ante todo y sobre todo es una grandísima artista que aspira, como todos los grandísimos artistas, a vivir de la venta de sus obras, es también un ejemplo de cómo se puede tener una vida normalizada y destacar en el mundo de la creación teniendo Asperger, un síndrome que se engloba en los Trastornos del Espectro Autista (TEA) y que no supone ninguna merma del deterioro cognitivo, pero sí dificultades relacionales.
Ana va camino de los 27, pero aún conserva la mirada limpia de aquella niña de cinco años que se refugiaba en el garaje de su casa, «más amplio y luminoso que mi habitación», bromea, para pintar pececillos de colores, como los que veía en las playas de Motril, su ciudad. «Siempre me han atraído los peces por su colorido, por la forma de las aletas y por cómo se mueven», comenta con el pincel entre las manos mientras remata, quién sabe, una de las obras de la que podría ser su quinta exposición –la última la realizó el verano pasado–.Y es que Ana, que ante todo y sobre todo es una grandísima artista que aspira, como todos los grandísimos artistas, a vivir de la venta de sus obras, es también un ejemplo de cómo se puede tener una vida normalizada y destacar en el mundo de la creación teniendo Asperger, un síndrome que se engloba en los Trastornos del Espectro Autista (TEA) y que no supone ninguna merma del deterioro cognitivo, pero sí dificultades relacionales.
Vall d’Hebron y la Federació Catalana de Autismo mejoran la atención a la neurodiversidad con M’adapTU, una filosofía de trabajo para hacer más accesible y amable el entorno hospitalario